“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y
lo aprendo”
Benjamin Franklin.
Benjamin Franklin.
Hoy, la generación del conocimiento suele entenderse restringida al ámbito
de la docencia, sin que los estudiantes, en general, nos hagamos parte de tal
desafío.
Ante esto, queremos proponerles que seamos partícipes de un proyecto educativo
en conjunto, mediante el cual nos transformemos en sujetos activos de nuestra formación y aprendizaje. Aprender no
consiste sólo en recibir pasivamente información de una determinada área, sino
también en ser capaces de decidir cómo, dónde y cuándo deseamos desarrollarnos,
pero por sobre todo qué es lo que queremos interiorizar.
Cuando entramos a la Universidad de Chile, lo hicimos porque creíamos que
ésta se trataba de una institución de excelencia, pero la excelencia no
consiste solamente en satisfacer los intereses de un sector minoritario de la
sociedad preparando profesionales de acuerdo a las necesidades del mercado.
Actualmente, una Universidad compleja que se presenta como motor del desarrollo
social debe incluir, además de la docencia,
el fomento de la investigación y la extensión al servicio de la comunidad
entera, para que, aportando desde nuestras competencias, seamos capaces de
romper con la lógica imperante del individualismo y la competitividad.
Por lo demás, la visión que hoy impera sobre el desarrollo humano como
realización profesional ha sido, y sigue siendo, nociva para nuestro bienestar
mental. Tenemos que apuntar a un desarrollo integral de la persona donde no
seamos vistos como meros reproductores del sistema, sino como sujetos que
requieren de ambientes gratos de desarrollo personal. En este sentido, es deber primordial del Consejo de Escuela
propiciar las medidas que conduzcan al bienestar y una mejor calidad de vida de
los estudiantes.
Hola, soy Den Muñoz, pertenezco a la generación 2010 y formo parte de Actuar
Colectivo, una organización política de
izquierda cuyo objetivo estratégico es generar una alternativa política contra-hegemónica
al sistema capitalista a través de la reconstrucción del tejido social
–constitución del sujeto colectivo– de nuestro país.
¡Construyamos
Universidad, construyamos Comunidad!
Siguiendo con lo anterior, entonces cabe preguntarse qué Escuela queremos.
Para responder esto hemos desarrollado una serie de propuestas en 4 áreas
estratégicas que queremos presentarles, para que con la participación de todos podamos
llevarlas a cabo.
I.
Participación y transparencia
a) Consultas previas a los estudiantes: ante cada
proyecto que se presente o decisión que deba tomarse en el Consejo de Escuela,
exigiré que se nos dé el tiempo suficiente para que, como comunidad
estudiantil, podamos discutir y tomar una decisión al respecto, porque los
estudiantes también debemos ser partícipes de las discusiones que nos atañen
directamente.
b) Rendición de cuentas públicas: tarea fundamental de los
representantes debe ser entregar la información a tiempo y rendir cuenta
pública, de forma de periódica, de la manera en cómo se ha llevado el cargo.
c) Vinculación con el PDI: actualmente, en las decisiones que toma
el Consejo de Escuela, el trabajo del Programa de Desarrollo Institucional no
ha sido tenido en cuenta, situación que me parece fatal, ya que este órgano fue
creado para diseñar las políticas rectoras de la facultad en todos los ámbitos
de su desarrollo. El compromiso es a que el funcionamiento del Consejo de
Escuela se ciña al trabajo realizado por el PDI.
II.
Desarrollo del conocimiento: investigación, extensión y generación de
conocimiento libre.
a) Creación del curso “Estudios Críticos del Derecho”: cuando hablamos de reorientar el conocimiento para que
éste no esté supeditado al mercado sino a las necesidades sociales de un país,
referimos obligatoriamente, también, a lo que es investigación en nuestra Escuela.
Pero no basta con dicho proceso si no somos críticos de nuestra rama, de cómo
se entiende y perfecciona en el s. XXI. Por eso creemos que es vital generar
sujetos críticos con el mismo que nos permitan crear doctrina acorde con los
principios enarbolados, por lo cual planteamos la necesidad de generar -como
medida incipiente- un curso de Estudios Críticos del Derecho. A su vez,
proponemos que el examen final de éste sea un ensayo sobre algún tema en
específico abordado a lo largo de la cátedra, y que estos sean públicos como
insumos desde nuestra Escuela a otras instituciones y a la sociedad misma.
b) Fomentar la investigación de profesores y estudiantes, y su
publicidad: hoy, la Escuela no se está haciendo cargo como debería de la
investigación, la que debe estar al servicio de las necesidades de la
comunidad. Para esto es necesario promover con mayor énfasis los fondos
concursables ya existentes, de modo tal de incentivar la participación docente
y estudiantil, siendo ésta ultima apoyada y guiada por los mismos profesores,
todo esto con la finalidad de que dichos trabajos cumplan con los estándares de
calidad correspondientes a la Universidad de Chile, para que puedan publicarse
oficialmente a nombre de ésta.
III.
Bienestar Estudiantil
a) Necesidad de espacios de estudio grupal: ante el colapso de la
biblioteca en días previos a las pruebas, se hace realmente necesario disponer
de más espacios de estudio, especialmente grupales, ya que lugares como el
casino no son los más idóneos para tal propósito. La idea es buscar los
espacios y habilitarlos para que podamos estudiar tranquilamente. Junto con
esto, propongo revisar la posibilidad de extender el horario de atención de
la biblioteca, buscando los medios idóneos para no perjudicar la jornada
laboral de nuestros estimados funcionarios.
b) Reimpulsar el desarrollo
cultural en la Escuela: si la idea es lograr un desarrollo integral de los
estudiantes junto con la reducción de los niveles de estrés, se hace necesario
impulsar instancias que contemplen la creación de cursos libres orientados a
áreas artísticas que hoy no son tenidas en cuenta por las autoridades, como por
ejemplo, cursos libres sobre pintura, música, etc.
c) Proyecto “Semana Anti-suicidio”: propongo abrir espacios de
discusión para que evaluemos nuestra carga académica, siguiendo la iniciativa
que se ha dado en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la
Universidad de Chile, en donde los estudiantes disponen de una semana previa al
periodo de pruebas, en la cual no tienen clases ni evaluaciones con el objetivo
de resguardar la sanidad mental de los compañeros ante el posible estrés que
conlleva este periodo.
IV.
Academia y Docencia
a) Regularización de la situación de los ayudantes: en la facultad
los ayudantes reciben un trato que no es acorde a la labor que realizan, ya que
muchas veces tienen una sobrecarga de trabajo que no es retribuida como se
debe. Para esto propondré la creación de un reglamento que regule su situación
y buscaré que su trabajo sea remunerado, al igual que en la mayoría de las
facultades de esta Universidad, junto con que se agilice el trámite de la
entrega del decreto correspondiente.
b) Consejos de departamentos: todos sabemos que los departamentos no
funcionan como lo establece el reglamento, lo que es paradójico en una Escuela
de Derecho. Buscaré impulsar la real implementación de estos consejos con la
finalidad de que se revise el funcionamiento de los departamentos y se respete
la normativa ya existente, como por ejemplo que los profesores cumplan con
entregar el programa del curso respectivo y que se respete, sin excusas, el
derecho a recorrección de los estudiantes.
c) Publicidad y reformulación del ranking: este es un tema que se ha
venido prometiendo hace mucho tiempo por casi todos los postulantes a un cargo
de representación, de una vez por todas debe cumplirse y el primer paso para
ello es que los estudiantes entendamos cómo funciona el actual ranking para que
así podamos evaluar si este nos acomoda, o de lo contrario que podamos generar
una propuesta que responda a la situación de todos los estudiantes sin
discriminaciones.
d) Reformulación y vinculación de la Encuesta Docente: siempre nos
quejamos del mal funcionamiento de la planta docente, siendo el único
instrumento oficial para manifestarnos la Encuesta Docente, el problema radica
en que esta no es vinculante, y mientras no lo sea no podrá constituirse en un
elemento serio de evaluación. Fuera de esto, sus criterios son demasiado
amplios o en ocasiones abstractos y se alejan de la realidad vivida por los
estudiantes. La apuesta, entonces, es llevar esta discusión al Consejo de
Escuela para que, de una vez por todas, la Encuesta Docente se convierta en un efectivo
instrumento de evaluación.
e) Reforma a la malla curricular: hoy nos encontramos con la
problemática de la existencia de una gran cantidad de cursos electivos en determinados departamentos, mientras que otros
no ofrecen ninguna alternativa. Sin duda, esta situación debe ser evaluada por
los estudiantes para que seamos partícipes a la hora de definir qué áreas del
conocimiento jurídico queremos desarrollar a mayor cabalidad.
Además, en el último tiempo se ha hecho patente la
necesidad de contar con cursos de
formación profesional, para que elementos como el desarrollo de la oratoria
no se reduzcan a los momentos de evaluaciones orales.
f) Situación actual de las evaluaciones y los talleres de memoria:
en estos momentos, esta discusión pasa a manos del Consejo de Facultad, sin
embargo, no puedo desentenderme de lo que ha sucedido. Situaciones como la que
vivimos no pueden volver a repetirse, ya que los representantes no pueden darse
el lujo de no informar a tiempo las modificaciones que se hacen al reglamento y
que nos afectan directamente como estudiantes.
Ya lo he dicho, hoy queremos ser parte activa de nuestro propio proceso de
aprendizaje y para ello es fundamental poder incidir en las decisiones administrativas
que se tomen. Esto, siempre en miras de avanzar hacia una verdadera democracia
triestamental para que, en un futuro no muy lejano, podamos contar con
cogobierno.
0 comentarios:
Publicar un comentario