A nadie puede serle indiferente la situación que atraviesa hoy la región del Magreb.
La miseria, la repugnante desigualdad social, la corrupción y las dictaduras sostenidas hace décadas bajo el yugo estadounidense y europeo han hecho estallar al pueblo árabe.
Luego del triunfo de la revolución democrática en Túnez, los pueblos árabes siguen movilizados contra el hambre y las dictaduras pro imperialistas, creciendo las luchas en Yemen (importante aliado de Estados Unidos) y Jordania (Monarquía que capituló a Israel), extendiéndose el descontento en otros países como Argelia y Libia.
De esta misma manera, la oleada de levantamientos revolucionarios iniciada el martes 25 de enero en Egipto, ha sido de vital importancia para los pueblos del mundo, puesto que configura una clara expresión del despertar de miles de jóvenes y trabajadores que exigen la emancipación de los regímenes dictatoriales y la construcción de una alternativa real para su desarrollo, alejado de la dependencia y dominación imperialista.
Luego de 30 años de dictadura de Mubarak, y gracias a las “reformas” económicas de carácter liberal de 1991, influenciadas por Estados Unidos, Egipto tiene hoy a casi la mitad de la población analfabeta y pobre; la mayor parte sobrevive con 2 dólares por día y recibe comida subsidiada; el desempleo supera el 30% y entre los menores de 30 años, alcanza al 90%. Millones de jóvenes con títulos universitarios y formación profesional no tienen ninguna oportunidad de acceder a un trabajo digno, son ambulantes y se alimentan solo de pan. En los últimos años se han radicado grandes fábricas de las multinacionales, para explotar mano de obra barata. Una pequeña minoría de millonarios disfruta de los ingresos del turismo y de la exportación del petróleo y el algodón. En definitiva, nos encontramos ante un levantamiento del pueblo que exige libertades democráticas pero también reclama contra la pobreza y el desempleo, manifestación concreta de la crisis mundial capitalista.
Como Federación de Estudiantes de la universidad de Chile, guiada por los principios de libertad, justicia e igualdad, para nuestro pueblo y todos los que hoy en el mundo son víctimas del autoritarismo e intervencionismo extranjero, solidarizamos con las movilizaciones iniciadas en el norte de África que demandan, la independencia económica, política y militar y la conquista de una verdadera democracia para su pueblo.
De esta misma manera, llamamos a todos los estudiantes y trabajadores a plegarse a la manifestación convocada por diversas organizaciones sociales y que se realizará hoy jueves 3 de febrero a las 18:30 hrs en la Plaza de Armas.
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