DECLARACIÓN
ANTE LA REPRESIÓN POLICIAL QUE HOY TIENE A RODRIGO AVILÉS EN RIESGO VITAL
“Hay que ser claros y concisos: la represión policial responde a una política de Estado en tanto aquel es el aparato defensor de los intereses del mismo, y la acción en particular -con Rodrigo y con Paula, con miles de estudiantes chilenos- tiene su origen y mandato, además, en el Ministerio del Interior. Acá hay responsabilidades políticas que no pueden soslayarse. Acá debe haber un gobierno y un Director General de Carabineros -Gustavo González- que deben asumir su responsabilidad y obrar en atención a ella”.
En el contexto de la marcha que se
realiza cada 21 de mayo, los y las estudiantes, trabajadoras y trabajadores,
salimos a manifestarnos frente al mensaje presidencial y la insuficiencia de
las medidas que ha tomado el gobierno en salud, en educación, trabajo, y todas
las áreas que aunque para el gobierno constituyen promesas de programa, para
nosotros significan nuestra vida y dignidad. Ante esto, el movimiento social
salió con fuerza a manifestarse, y dejar en claro que la construcción del país
debe hacerla su pueblo, no el empresariado junto a su servidumbre política, de
la que ya hemos tenido suficiente, o peor, la que ya nos ha quitado casi todo.
En ello estaba junto a muchos de
nosotros, Rodrigo Avilés -compañero de la Universidad Católica- en la calle,
protestando, dando la pelea por un país distinto. En ello estaba cuando,
-planificada como siempre- empezó la represión policial, como un intento
acallarnos e inmovilizarnos aún cuando nuestras peleas sean justas luchas por
nuestros derechos. Así, y producto de aquellas brutalidades de siempre, el
compañero Rodrigo fue alcanzado por un chorro de alta potencia de un carro
lanza aguas sin mediar la evidente opción de hacer daño, dejando a Rodrigo sin
posibilidad de defenderse, sin posibilidad de hallar una salida; y más, sin
provocación, junto a sus compañeros orillados por una fuerza incontenible e
intransigente. A
ello se suma la violenta agresión que recibió Paulina Estay, que como se
demostró tras la circulación de los videos, responde a los actos irracionales
frente a los cuales tenemos que exponernos en cada movilización. Aquella fuerza
desmedida fruto de una política organizada y criminal es la que hoy lo tiene
con riesgo vital, orillado a la suerte por salir a la calle a defender los
derechos de todo el pueblo ¡cuánta injusticia y cuanta brutalidad! ¡Cuánta
vergüenza sentimos como país! Cuanto dolor e impotencia, pero cuánta fuerza y
vocación cuando vemos que Rodrigo, a pesar de todo, ha seguido con los brazos
en alto, y dando esta lucha que es de todos, hasta las últimas consecuencias.
Compañeras y compañeros, no podemos
pasar por alto este momento de angustia en el que nos encontramos a manos de
las prácticas violentas del gobierno y debemos salir a denunciarlas con toda
fuerza. Lo que hoy pasa en Chile nos preocupa no por nuevo, pues las mismas
prácticas violentas, comunes al actuar policial, se han repetido en todas
nuestras movilizaciones y nos recuerdan también a aquellas ocurridas en
dictadura donde compañeros de otra época eran duramente reprimidos. No es
posible, bajo ninguna óptica ni matices, hablar aquí de uso uso legítimo de la
fuerza para resguardar la seguridad nacional cuando hemos visto ante nuestros
propios ojos la violencia innecesaria, el excesivo uso de carros lanza-agua,
vehículos policiales arrollando compañeras y compañeros, bombas lacrimógenas,
golpes contundentes con macanas y escudos, controles de identidad ilegales a
los manifestantes y una serie de medidas de guerra contra el propio pueblo que
juraron defender. Hay
que ser claros y concisos: la represión policial responde a una política de
Estado en tanto aquel es el aparato defensor de los intereses del mismo, y la
acción en particular -con Rodrigo y con Paula, con miles de estudiantes
chilenos- tiene su origen y mandato, además, en el Ministerio del Interior. Acá
hay responsabilidades políticas que no pueden soslayarse. Acá debe haber un
gobierno y un Director General de Carabineros -Gustavo González- que deben
asumir su responsabilidad y obrar en atención a ella.
|No vamos a dejar que esto siga
ocurriendo, y que como sociedad nos permitamos estos niveles de violencia
contra quienes están luchando y manifestándose por sus derechos. Aunque al
gobierno se le haya olvidado que hace menos de una semana cayeron Ezequiel y
Diego producto de las consecuencias de un sistema perverso, que perpetúan y
defienden, no dejaremos que ninguno más de nuestros compañeros caiga a manos de
la represión. Movilizarse y luchar no puede ser sinónimo de arriesgar nuestra
integridad.
Hoy estamos indignados, sumidos en una
rabia profunda, y no nos quedaremos callados: hoy somos un solo corazón, pero
también un solo puño, una lucha que hoy sentimos más apremiante, más necesaria,
y ante la que ondeamos todas nuestras banderas más alto que nunca. Nunca,
a través del miedo, el terror y la represión, podrán callar a un pueblo que
decidió soñar con un país distinto.
Ahora hay todo un movimiento
estudiantil detrás tuyo Rodrigo, y aunque el gobierno marcha a marcha, y frente
a frente, nos propone un campo de batalla, esta no es la hora de callar, no es
la hora de transar, no es la hora de abandonar nuestros caminos: es la hora de
luchar y de luchas más que nunca. ¡Sea fuerte compañero, que aunque hoy herido,
se recuperará y volverá con nuevas fuerzas a las filas de aquellos que
creemos en un nuevo mundo sin explotación! ¡Sea fuerte compañero, que como dijo
Ernesto, nacimos para vencer y no para ser vencidos!
MESA CED 2015
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