Hoy, se nos comienza a hacer cotidiano escuchar que alguna facultad de nuestra Universidad o del país se encuentra en paro o toma por algún problema interno, tan cotidiano que se hace peligrosamente ajeno y desnaturalizado de nosotros. A finales del año pasado fuimos testigo de la toma del casino de AgronomíaUCh ante la eventual privatización y licitación de este beneficio y precariedad de las condiciones laborales de los funcionarios a contrata; de las dependencias de Antropología como respuesta al intento por cambiar el perfil y malla de la carrera junto con problemas administrativos como los horarios y toma de ramos; de Educación Parvularía y Básica Inicial producto del cierre de matrícula para las nuevas generaciones como resultado del avance del proyecto de la “nueva facultad de educación” que no viene a ser dar un salto transformador ni ser la continuacion del proyecto innovador de dicha carrera; la lucha de los compañeros de INAP que aún estudian en precarias condiciones yendo y viniendo de un lugar a otro; y en estas últimas semanas del estallido de conflictos como el de FAU que paralizó sus actividades para discutir y evidenciar sus deficiencias en la infraestructura y condiciones académicas, en FEN la censura por parte de las autoridades ante la opinión de organizaciones estudiantiles y el intento por boicotear la legítima decisión del estamento estudiantil por paralizar las clases, Artes Visuales que está en toma por problemas de gestión y compromisos incumplidos por las autoridades, Teatro aquejado por problemas docentes, junto con un problema vital para los compañeros del Ciclo Básico, que por no ser reconocidos como “alumnos regulares” deben costear su pasaje en transantiago por el valor adulto, siendo este casi tres veces el del pasaje de estudiantes. Estos casos sólo por nombrar algunos, porque la lista suma y sigue.
Junto con lo anterior, vemos como ciertos derechos ganados por los estudiantes han ido perdiendo espacio por las lógicas de mercado del sistema educativo que han derivado en una precarizacion de su infraestructura y condiciones, como los hogares universitarios y el SEMDA, por nombrar algunas, sin olvidar la precarización de las condiciones laborales de los funcionarios y subcontratados, junto con la irresponsable actitud tomada por el ministerio en cuanto a las becas, que podría llevar a miles de estudiantes a no poder continuar sus estudios y proyectos. Esto se ve reflejado tanto en las problemáticas de CONICYT, en donde se han cambiado las bases de postulación dejando a cientos de estudiantes de postgrado fuera y no permiento la firma de estudiantes que habían sido comunicados de haber recibido la beca, sumar a esto la infinidad de errores cometidos por la institución que ha multiplicado las dificultades para los estudiantes en su intento por dar continuidad a sus estudios, todo como una forma de precarización de la educación; y de la requintilización, que tiene objetivo quitar los beneficios a los estudiantes que hayan “mejorado” su situación socioeconómica, es decir, quienes suban de quintil, siendo que ese aumento puede ser por solo un peso ($1) y en muchos casos no es mejora real para la familia de los estudiantes, teniendo como resultado que muchos de nosotros perdamos nuestras becas y/o créditos para cubrir los aranceles y que significaría además perdída de las becas de mantención (BAES y BEMES). Las primeras estimaciones hablaban sobre los 10 mil afectados, tras las movilizaciones de universidades en regiones el ministerio ha salido a clarificar que quienes “cambiaron de quintil” serían sólo 2.700 estudiantes y que no habría pérdida de las becas de mantención.
Todos estos no son problemas solamente locales o aislados, son síntomas concretos de las contradicciones del sistema educativo chileno. Para solucionar estos problemas sin perder nuestro rumbo a la Gratuidad, Acceso y Democratización, es necesario que nuestra convocatoria debe ser a construir la Educación que queremos con nuestros compañeros, nuestros profesores y funcionarios, construir con la Sociedad el modelo de Educación que Chile necesita.
Debemos utilizar todos los medios y acciones por reivindicar la dignidad de nuestro pueblo y dar solución a todos y cada uno de estos problemas, que los asuntos académicos y de infraestructura comiencen su discusión de forma triestamental y que ésta sea implementada en el menor tiempo posible. Que las demandas laborales de los funcionarios sean reconocidas y escuchadas por la universidad, ya que una universidad pública, y más aún la nuestra, referenciada como el “paladín de lo público”, no puede seguir replicando las contradicciones del sistema. Defender nuestros beneficios logrados: que nadie deba irse de la Universidad por las políticas privatizadoras y ataques del Ministerio, que no importe si somos 10 mil, 3 mil o solo uno los afectados por la requintilización, debemos derrocar el sistema de becas y créditos que es una herramienta de dominación y que frustra nuestros sueños, siempre con la perspectiva de que no podemos quedarnos en la batalla de aumentar las becas o bajar los intereses de los créditos, sino que es que una Lucha que continua para conseguir cambiar el modelo educativo de mercado impuesto por uno construido entre todos y todas.
Desbordemos las asambleas, empoderemos a la comunidad, retomemos nuestras banderas y profundicemos nuestras demandas. La Lucha continua por una Educación Gratuita, un Acceso Igualitario y con participación Democrática de toda la comunidad, esta es la dirección a la que debemos avanzar.
"Salud y que, en las sumas y restas, gane el mañana."
Nicolás Flores Bustos
Delegado de Bienestar FECh
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