PROGRAMA CENTRO DE ESTUDIANTES (CED)
2014-2015
Lista Nº4: CREAR
(Actuar Colectivo + Independientes)
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I. Marco Político.
I.i. Escenario Nacional: en qué estamos y hacia dónde vamos.
El proceso de privatización de nuestra enseñanza no
proviene sólo de dictadura: ésta responde a un plano mucho más global en donde,
por medio de las viscitudes del sistema capitalista, se considera a la
educación como una herramienta meritocrática que muchas veces debe ser dejado
al alero del mercado. En nuestro país ha sido mucho más clara la señal: es el
sistema económico el que debe moldear y generar el marco de algo tan básico
como un derecho fundamental. Se ha generado un verdadero concepto de “Industria
Educativa”, es decir, la educación eliminada como un derecho social
fundamental para el desarrollo humano, sino como una mercancía para sólo
transar, vender y lucrar, todo a partir de la nueva distribución de trabajo.
En Brasil se llama Reuni, en Argentina Reforma Educativa y en España Plan
Bolonia.
Debemos entender la complejidad del rol mercantil
del imperialismo en la educación, pues al funcionar como una mercancía y
al ser Chile un país semicolonial, dependiente, no estamos ajenos
al saqueo de las transnacionales (por ejemplo, el caso de nuestros recursos
naturales); es por ésta condición que también el conocimiento creado, la
técnica, la investigación, los estudios también nos son usurpados.
Debido a lo anterior es que nuestras universidades
públicas se vuelven cada vez más elitistas, aumentan las universidades y centro
de formación técnica privados. El financiamiento es menor a las universidades
públicas de región en donde casi todas tienden a estar en situación de quiebra.
Pero la privatización no opera tan solo en lo material, sino que en el enfoque
que van adquiriendo las mallas, haciendo eje a los intereses de las empresas,
sin crear conocimiento que beneficie el desarrollo del país.
Hoy, la lógica mercantil descrita ha degradado la Universidad,
espacio de producción de conocimiento, convivencia social y testigo y propulsor
de grandes cambios sociales, a uno donde sólo se busca la adquisición de un
título profesional, como si nada más importara. Así, este espacio universitario
se torna un lugar de mero tránsito, donde lo relevante es la competencia
individual por desarrollar de mejor forma las habilidades de cada uno de sus
integrantes, sin importar en lo absoluto tanto las variantes propias del
espacio universitario.
Es necesario generar la batalla por las condiciones
objetivas de la Universidad. Debemos re-entender la educación como un elemento
liberalizador y de formación personal y colectiva, en contraposición a su
composición actual establecido -por la clase dominante- como un instrumento de
carácter ideológico de control social y meritocrático, de preparación para ser
funcional al sistema económico imperante a través de las herramientas propias
de la enseñanza. Queremos forjar una nueva concepción de Escuela
que suplante a la Escuela Liberal. La actual concepción nos determina a un
grado mayor que, mucho más empático como traicionero, nos lleva a considerar a
la institución estudiantil como un “mecanismo de promoción social”.
A través del conocimiento crítico podemos construir sujetos revolucionarios que reproduzcan su aprendizaje, utilizando sus competencias y habilidades para generar transformaciones profundas en nuestra sociedad. Comprender lo anterior es fundamental, pues es solo a través de la unidad en la lucha de los trabajadores y todos los sectores populares y oprimidos podremos conquistar las demandas propias del movimiento estudiantil. Deseamos impulsar una Universidad al servicio y necesidades de los trabajadores, todos los sectores oprimidos y populares de la sociedad sus necesidades, volcar la Universidad, su concepto y desarrollo, a la lucha por los grandes cambios sociales que hoy el país necesita.
I. ii. El movimiento
estudiantil este 2014.
Para nadie ha sido sorpresa que el
movimiento estudiantil ha perdido protagonismo este año. La poca claridad del
autodenominado “bloque de conducción” de la CONFECh, sumado a nuestra poca
capacidad de organización y discusión en nuestros espacios locales, ha
redundado en la imposibilidad de mostrar las certezas y masividad en la
movilización de otros años.
La Nueva Mayoría no presenta una
reforma educacional que tome el programa del movimiento estudiantil. Si así
fuese simplemente no habría discusión, mas, desde un comienzo, establecieron un
programa lleno de ambigüedades intentando dejar un marco abierto para el mismo,
cuando las señales del gobierno han sido claras: no se pretende realizar una
reforma estructural que termine con el sistema neoliberal en la educación, con
la entrega de nuestros derechos sociales al arbitrio del mercado.
El programa de la Nueva Mayoría no
ataca uno de los puntos principales, corazón de nuestra pretendida reforma: el
lucro. La postura de gobierno es sólo acabar con el lucro cuando se reciben
fondos públicos, manteniendo una educación de primera y segunda clase, para
ricos y para pobres, sosteniendo la segregación. Esto no es algo que podamos
apreciar solo en los medios de comunicación, es más, al interior de las
discusiones que damos en nuestra propia facultad vemos que el debate ha sido
-paradojalmente- secuestrado por la Nueva Mayoría en torno al financiamiento a
instituciones educativas con o sin fines de lucro, lo que no hace más que
denotar su afán por disgregar a los sectores en lucha, diferenciándonos y enfrentándonos
entre compañeros, para al fin y al cabo minimizar nuestras justas demandas
levantadas con esfuerzo y sacrificio en la movilización.
El fin a la selección ha quedado en
entredicho por el propio Ministro Eyzaguirre, mientras que el fin del copago
-ambas medidas valorables- ha mostrado debilidad ante la presión de grupos
absolutamente minoritarios de Derecha. La declaración de la Ministra Rincón,
abriendo posibilidades a un acuerdo con los mismos, hace temer -con justa
razón- que una de las reformas “del corazón” del nuevo ciclo que prometía la
Nueva Mayoría termine subsumidas en protocolos negociados con el empresariado
de este país. La Nueva Mayoría, en definitiva, no tiene nada nueva: teniendo
incluso las mayorías parlamentarias para muchas reformas (situación que antes
argumentaban en su imposibilidad, como una excusa para mantener invariable el
modelo) deciden pactar y consensuar reformas que sí ya de por sí son
insuficientes, sólo terminan legitimando el sistema capitalista y logrando -de
forma estética- el agotamiento de las demandas.
La posición de la Nueva Mayoría a nivel
estudiantil es que se “deben disputar todos los frentes”. ¿Cómo disputar cuando
la composición del Plan de Participación Ciudadana, del cual la CONFECh ha
anunciado su retirada, incluye la sobre-representación de actores que defienden
el statu quo del modelo educacional? ¿Cómo hacerlo cuando no se paralizan los
proyectos de ley que envió su propio gobierno? ¿Cómo hacerlo cuando nunca se
dejaron garantías del carácter resolutivo de las mesas de trabajo, es más, el
ministro Eyzaguirre ha dejado en claro que ello no procederá? No basta sólo que
exista un espacio de diálogo: el argumento formal se arruina cuando nos
aventuramos a las condiciones del mismo. En lo práctico, termina existiendo
existe sólo una defensa de un gobierno por sobre las reivindicaciones que ha
planteado el movimiento estudiantil.
No nos oponemos al diálogo. Pero el
diálogo no sirve sólo de forma discursiva: se requieren condiciones reales de
incidencia de la CONFECh y el mundo social para que la propuesta definitiva
venga de las bases, del mundo social, y no del consenso de los dominantes.
Por otro lado, sectores estudiantiles
que se opusieron a la continuidad en el Plan de Participación Ciudadana
fallaron en su táctica sin autocrítica, culpando de todo al PC: ¿por qué
decidieron a través de sus puestos en la Mesa Ejecutiva "subirnos" a
aquel sin siquiera consultar a las tan manoseadas "bases", aún
incluso cuando no se cumplían todas las garantías que la CONFECH había
definido? Recordemos que entre las mismas se encontraban el retiro de los
proyectos de ley del gobierno, que se aclaró desde un comienzo que no se
retirarían, y el carácter vinculante del PPC, el cual siempre quedó en
entredicho. En dicha situación, la dirección de la FECh ni menos la Mesa
Ejecutiva debió tomar la decisión sin previa consulta a los espacios de
discusión que nos hemos entregado. Lo mismo en torno al proyecto de Derogación
del DFL2 en torno a los 3 artículos que prohíben la participación triestamental
en las órganos de decisión de CFT, IP y Universidades privadas: dicho proyecto
sólo elimina la prohibición pero no entrega la legislación en positivo con
porcentajes ni métodos concretos de participación, siendo presentado por el
CEFECH y aprobado por la Mesa Ejecutiva de la CONFECh sin previa decisión del
cuerpo estudiantil.
Debemos ser conscientes como izquierda
de la situación en la cual nos encontramos. El esfuerzo, discusión, debate y
propuestas, muchas veces de la mano de la pérdida de clases, sueño y frío en la
movilización, corre el serio riesgo de caer en manos de los mismos que han
defendido y administrado el modelo político-económico neoliberal. Hoy, el paso
es claro y determinante: ante la arremetida comunicacional de la derecha y la
comodidad que representa ello para la Nueva Mayoría de forma de justificar la
imposibilidad de verdaderas transformaciones, el movimiento estudiantil debe
hacer crecer sus espaldas, generar un plan de movilización con marchas y
jornadas de protestas, y volver a retomar el rol comunicacional en las calles y
en los medios que permita reactivar nuestra capacidad de incidencia para lograr
que el programa del movimiento social -ampliamente legitimado- sea el programa
que se pruebe en el Congreso. El dialogar gobierno para conseguir dicha
situación se logra sólo con una auténtica posición de fuerza, no entrando a un
campo cerrado donde sólo se generan posiciones a favor de aquél.
Hoy no hemos ganado nada en concreto.
De nuestra misma capacidad como estudiantes y movimiento social depende que
todos estos años de trabajo no queden en vano.
I.iii. El plano
local: nuestros desafíos.
Una cosa es clara y la hemos señalado
permanentemente: no existe una dicotomía entre lo local y lo nacional, y
debemos avanzar en ambas direcciones. Pero no por ello hay que desconocer una
realidad esencial: debemos hacernos cargo, con autocrítica, de la situación de
nuestra Escuela.
Hoy, por errores de grupos organizados, las malas práctica y el desinterés nos encontramos en una situación en la cual
cada día cuesta creer más en la política como una herramienta de cambio.
Nuestra facultad vive, por un lado, una crisis
importante en términos de su proyecto Escuela-país y la desactualización en su
malla y gestión. Pequeños cambios se han intentado realizar (Reforma de Planes
y Programas), por cierto, inconsultos, develando otro problema: la inexistencia
de instancias democráticas, de encuentro y decisión, de nuestros estamentos. El
PDI original fue cercenado en gran parte de su proyecto original del 2011
(construido triestamentalmente) por el Consejo de Facultad, órgano en que los
estudiantes y funcionarios no tenemos Derecho a voto. El conflicto de Decanato
devela un desinterés de parte de la comunidad, donde el norte de la Escuela
queda determinado –a través de la centralidad del problema y lo discursivo- en
la Dirección y no en toda la comunidad universitaria.
Nuestra Escuela carece de un perfil concreto del
egresado: cuál es su rol y cómo se desenvuelve en el plano socio-político, a
quién aporta y bajo qué consideraciones: ¿para el mundo privado, para el mundo
público, para ambos? La malla curricular no cumplió sus objetivos iniciales
tras la reforma del 2002: los electivos no generaron instancias de
especialización.
Pero lo anterior ha pasado a un absoluto segundo
plano debido a la incapacidad de retomar la discusión política y la confianza
en la acción colectiva. Como colectivo no podemos sino realizar la
correspondiente autocrítica: no hemos
logrado transmitir e impregnar a la comunidad de esta necesidad de transformar
y renovar tanto nuestros principios como nuestra praxis. Hemos intentado
fomentar la cooperación en este sentido dentro del espacio, revitalizar la
comunidad a través de distintos mecanismos, como por ejemplo con la plataforma
comunicacional de Info Derecho como también con la Campaña de Recolección de Apuntes
y Separatas y diversos talleres; hemos intentado hacer carne la multisectorial
pasando del discurso a la acción a través del trabajo territorial en Pedro
Aguirre Cerca (La Victoria), mas tenemos claridad en que no ha sido suficiente. Y no lo ha sido puesto que el estado de la
facultad no depende sólo de un colectivo, porque falta más, porque también
hemos cometido errores a través de malas decisiones orgánicas y de militancia.
Aquello confunde y desmotiva.
Pero con la misma sinceridad en que podemos asumir
nuestros errores, podemos –y debemos- pasar a lo propositivo. No hemos querido
ahora ni querremos tirar la toalla.
Un eje fundamental para poder transformar la
Escuela, nuestra Facultad, la Universidad, y la sociedad en su conjunto, es
comenzar esa transformación por uno mismo,
es por esto que nosotros creemos necesario el cambio en la práctica y la
concepción del Centro de estudiantes, abriéndolo a la participación de
todos los estudiantes de la facultad, en contraposición a la actual en que este
queda circunscrito al grupo político que lo compone y a su disposición/voluntad
para realizar las distintas actividades, las discusiones y filtrar qué temas se
discuten y cuáles no.
Esta transformación se debe hacerse extensiva
también a la forma de hacer política, ya nuestro actuar no puede ser
mero voluntarismo, sino que se debe ser coherente nuestro discurso, pensamiento
y trabajo.
El poder recomponer canales oficiales para el
diálogo y la búsqueda de solución para los problemas, nutriendo con mayor
fuerza y nuevas formas a las asambleas y espacios de discusión para así tener
un mejor comunicación entre las generaciones y la comunidad en general, con el Concejo de Delegados y la
Directiva del CED, pues es esa la forma y no solamente la denuncia, menos la
crítica anónima y discusiones disfrazadas de política que esconden intereses mezquinos.
Un pilar fundamental para lograr esta
transformación que queremos, es el darle continuidad y permanencia a las
diversas iniciativas levantadas por la comunidad, con el objetivo así de poder
estar en constante nutrición del espacio desde las distintas iniciativas.
En esta transformación del espacio y la forma
de hacer política, creemos imperante el que nuestro accionar sea coherente con
ello, y por tanto es primordial que nuestro trabajo de vinculación con otros
actores sociales no sea un trabajo asistencialista, sino que sea un trabajo
bidireccional y mancomunado pues dichos actores no son distintos a nosotros,
sino que nos iguala la realidad del país. También es importante comprender el
sentido crítico con el que se debe ver la enseñanza dada por la facultad en ciertas
materias, que muchas veces está direccionada por un único enfoque que no es
receptivo a las vivencias y realidades del conjunto de la sociedad.
Debemos
pasar, a su vez, del pensar y sentir al hacer. La necesidad unidad entre la
teoría, el pensamiento, y la práctica. No basta con lo meramente discursivo. No
basta con lo meramente intelectual: los cambios se realizan trabajando,
planteando iniciativas y estando dispuestos a entregar nuestros esfuerzos por
el anhelo de una Escuela, Universidad y país distinto.
III. Nuestros Principios y Concepción del CED.
III.1. Los principios.
Lo hemos planteado con
anterioridad y lo mantenemos: ¿Qué principios debe reivindicar el CED?
a) Independencia política y financiera.
Entendemos la
importancia que significa mantener materialmente a un organismo representativo
de los estudiantes como es el centro de estudiantes, es por esto que
manifestamos que esta debe ser de forma independiente, esto quiere decir, no
recibir dineros de forma directa de ningún organismo político externo.
Sabemos muy bien que la independencia financiera es el primer paso para
mantener una independencia política, puesto que comprendemos al CED como un
fiel representante del estudiante común.
b) Democracia con el control de los estudiantes.
El CED como
representante del conjunto de estudiantes debe velar por la real
representatividad de este, respetando la diversidad de opinión, y así velando
por las reales demandas de los estudiantes. Para esto consideramos
fundamental la apertura de medios para difusión de informaciones, posiciones
y por sobre todo la más amplia transparencia hacia los estudiantes.
Teniendo, los estudiantes, un verdadero control sobre sus organismos.
c) Discusión permanente.
Apostamos por la movilización
de los estudiantes para luchar por nuestras reivindicaciones, pues
entendemos a ésta como un motor para conquistar nuestras demandas. La
movilización debe ser validada por el conjunto del estudiantado a través de los
métodos que han sido soberanamente determinados para darle tal validez. Hay
muchas formas de movilizarse ya sea por medio de manifestaciones,
paralizaciones, tomas, pasa calle, mitting, intervenciones, etc.
Si bien debemos muchas
veces sentarnos para pedir nuestras reivindicaciones, entendemos que esto no debe
ser con las manos vacías. Y es que no depositamos ninguna clase de confianza
en las autoridades; pues el CED se debe en todo momento solo a los
estudiantes cuyos intereses debe defender y representar. No
debemos quedar esperando pacientemente, debemos manifestar los problemas
que nos acontecen cotidianamente como estudiantes. Velaremos por la máxima
capacidad de organización, respeto a las decisiones democráticas del
estudiantado y por la unidad como estamento para conquistar nuestras demandas.
d) Lucha contra la opresión.
Nos manifestamos en
contra del homofobia, la heteronormatividad, el patriarcado, el racismo y
contra cualquier tipo de discriminación.
Nuestro actuar debe
ser consecuente con nuestro pensamiento, en oposición a las actitudes que
naturalizan las discriminaciones arbitrarias en nuestra comunidad y que no se
condicen con los principios de la izquierda. El CED debe manifestarse
contrario a cualquier tipo de discriminación a los oprimidos y
explotados. Apostamos por un CED inclusivo, no sólo en la apuesta programática
formal; sino que en la actividad constante de forma comprometida con quienes
son o se sienten vulnerados o desplazados por el machismo, la homofobia, el
racismo y el clasismo al interior de la facultad; ya sea por parte de
autoridades, profesores, como del mismo estudiantado.
e) Vinculación multisectorial.
Encontramos este punto
fundamental en nuestra concepción de CED, pues entendemos que solo mediante la
unidad de distintos sectores sociales y fundamentalmente el productivo (como lo
son los trabajadores en su conjunto), se gestará un proceso de lucha esencial
para los cambios que requiere este país.
Pero la unidad y
solidaridad entre ambos sectores no es suficiente, debemos estrechar lazos
profundos para salir en conjunto a las calles. Y es que son los
trabajadores los que mueven al país económicamente. Son los trabajadores
los que finalmente generan los verdaderos cambios sociales. Por lo
anterior es un desafío planteado como CED vincularnos con los trabajadores y
movimientos sociales en nuestras facultades, sobre todos los más precarizados,
como los subcontratados.
III. 2. ¿Qué CED queremos ser?
Creemos efectivamente
que no existe una dicotomía entre los problemas nacionales y locales, la
posibilidad de impulsar y representar demandas en el plano de política
estudiantil como en las temáticas internas de nuestra Escuela. Debemos, sin
lugar a dudas, impulsar y fortalecer las discusiones y propuestas, vinculando
estas temáticas al alero del movimiento estudiantil.
Lo anterior, nos lleva
a repensar el cómo se ha desenvuelto la institucionalidad representativa de
nuestra Escuela. Hay una gran parte de compañeros y compañeras que nos hemos
sentido como “los nadie”, “los nunca”, “los jamás”. Hemos sido desoídos en
nuestros problemas, en nuestras demandas, en nuestras inquietudes, sencillamente
ignorados o siquiera escuchados. Ante esto declaramos:
a) No seremos un
Centro de Estudiantes que desatienda los problemas de sus compañeros y
compañeras: Canalizaremos, pelearemos y solucionaremos las
problemáticas que surjan. En Bienestar,
por la importancia de asegurar condiciones mínimas para cada
estudiante, comprendiendo que nuestra Escuela tiene una realidad solapada de
estudiantes que no poseemos una condición socioeconómica que permita
desenvolvernos sin complicaciones en el estudio. En lo Académico,
para velar efectivamente por el cumplimiento de reglamentos y la defensa de
todos los estudiantes frente a conflicto con autoridades u otros estamentos.
b) No seremos un
Centro de Estudiantes que sólo administre: Queremos concretizar,
con discusiones, trabajo y propuestas de cada uno de los estudiantes,
transformaciones reales que permitan concebir la facultad según lo que hemos
disputado como movimiento estudiantil en temáticas de Extensión, Acceso,
Democratización y Re-orientación del conocimiento, Unidad con múltiples
sectores de la sociedad.
c) No seremos un
Centro de Estudiantes que suplante a sus compañeros y compañeras, o que
entienda a nuestro estamento aisladamente: Seremos un CED que escuchará, que no actuará en representación
de otros intereses sino los emitidos soberanamente por el estudiantado. Seremos
un CED que no sólo convoque, sino que también incentive a discutir. Seremos un
CED que trabaje codo a codo con estudiantes, funcionarios y docentes, pues
entendemos la necesidad de generar comunidad estudiantil y universitaria
democrática, no sólo vanguardias.
d) No seremos un CED cerrado a sus estudiantes en gestión, decisión y
transparencia: Apostaremos por un CED que abra constantemente sus puertas,
que entienda que su espacio no es de un colectivo ni un grupo particular sino
que representa a todo el estudiantado. Seremos ser un CED que transparente sus
decisiones administrativas, que haga participativo su presupuesto, que
vinculando al cuerpo estudiantil para debatir, decidir y ejecutar las labores
propias de éste órgano.
Concluyendo, tenemos
una ardiente convicción en que las problemáticas que afectan al estudiantado
hallan solución con un Centro de Estudiante que cambie las lógicas criticadas.
Necesitamos un CED efectivamente transversal y transformador, de forma de
trabajar no sólo por la facultad que queremos, sino también merecemos...
¡¡TODOS JUNTOS A TRANSFORMAR DERECHO!!
IV. Las Propuestas.
IV. 1. Bienestar, Mantención y Gestión.
Creemos firmemente que el Bienestar
estudiantil ha sido dejado de lado de múltiples formas por parte de las
autoridades de nuestra Escuela como también por los Centros de Estudiantes
pasados. Hoy, cuestiones tan básicas como la falta de becas de alimentación,
los excesivos precios del casino, la necesidad de más becas de fotocopias,
falta de insumos y relacionados, esconden una cuestión fundamental que ha sido
soslayada en nuestra Escuela: la realidad social de la misma no es tan
diversa, pero constantemente obvia a los estudiantes que provenimos de
realidades con menos recursos. Efectivamente, no somos pocos a los que nos
cuesta el día a día mantenernos económicamente en la Universidad, tal realidad
no es el caso para una gran mayoría y existe, por tanto, un conflicto de clase
soslayado.
Urge un Centro de Estudiantes que
entienda dicha situación y se comprometa por la gestión
transversal en cuanto a precios y relacionados, pero por sobre todo con mejorar
la situación de quienes se ven más afectados, muchos de los cuales tenemos que
recurrir a trabajos de medio tiempo, part-time o vinculados para poder
solventar los gastos de una Universidad que, de pública hoy prácticamente sólo
tiene su nombre. De esta manera, el Bienestar será un área primordial en la
gestión del Centro de Estudiantes, por el respeto a nuestros compañeros y
compañeras y por la necesidad de garantizar condiciones reales de estudio para
cada uno de nosotros. Se velará, a su vez, por la mantención, cuestión
primordial en las futuras reformas al acceso que deseamos gestar, con
acompañamiento económico y académico a los estudiantes. Para esto existirá,
aparte del trabajo con autoridades, vínculos y trabajo directo con la Dirección
de Bienestar Estudiantil, como también con la Dirección de Asuntos
Estudiantiles y el Consejo de la DAE.
A nivel de gestión, no podemos sino ser
aún más críticos de la situación actual de la representación estudiantil. A
quienes ostentan cargos de representación les corresponde velar por los
intereses del cuerpo estudiantil en todo ámbito y trabajar en conjunto con los
otros, aún más en las proyecciones políticas nacionales y de reforma interna
que enarbolamos, pero nunca a objeto de defender a la autoridad terminar
perjudicando a nuestros compañeros o compañeras. Queremos ser un CED fuerte
que entienda su compromiso con el estudiantado, que entienda que no puede
omitir ni callar frente al mismo, y que su rol no es sólo de discusión
política, eje fundamental y siempre presente, sino que debe ser también de verdadera,
fuerte y eficiente representación.
Propuestas
1) Estudio sobre la condición
psicológica actual de los estudiantes: entendemos que hay un problema actual
relativo al estrés al cual estamos sometidos en la carrera, sin embargo nunca
hemos sabido a ciencia cierta la cantidad de compañeros afectados. Proponemos
la realización de una encuesta abierta a todos los estudiantes con apoyo
institucional de la DBE para tener en cuenta los hábitos y estado de la salud
mental de nosotros como estudiantes y en base a esos resultados proponer cursos
de acción a las autoridades y luchar por su consecución.
2) Situación de Psicólogas de la
Escuela: como correlato de lo anterior, una realidad solapada en nuestra
Escuela tiene que ver con el alto número de compañeros y compañeras, como
también funcionarios y funcionarias, que se encuentran con atención psicológica
o psiquiátrica, donde muchas veces la atención no da abasto, afectando tanto a
quienes asisten como a la misma unidad. Propondremos con fuerza aumentar la
planta de Psicólogas/os.
3) Desarrollo Estudiantil:
El desarrollo académico e íntegro de los
estudiantes requiere más que el esfuerzo propio de superación, necesita de
condiciones materiales que apoyen tal desarrollo. Es por esto que, mirando las
necesidades que nos aquejan, y que es necesario responder para mejorar el
bienestar y la calidad de vida estudiantil, se propone:
a) Extensión
del horario para usar la Biblioteca, de la mano con la contratación de mayor
personal de forma de que no suponga mayor explotación laboral.
b) La
ampliación de espacios de estudio a través de la gestión para que sean
habilitadas salas de estudio individual y de trabajo grupal.
c) Habilitación
de espacios para desarrollar actividades que tiendan a la formación integral,
tales como: Mejores espacios para los cursos libres, salas multiusos, etc.
Para esto pelearemos porque se abran
espacios, como el edificio antiguo de Clínica Pío Nono 140.
4) Integración efectiva de los compañeros/as de Bachillerato: trabajar por la solución de los problemas de los compañeros/as que ingresan a nuestra Escuela desde Bachillerato, terminado con su trato de “segunda clase” por parte de las políticas institucionales de la Facultad. Entre éstas se consideran:
- Toma de ramos vía alumnos.uchile.
- Impresiones los dos primeros
semestres, situación que hoy no existe.
- Votaciones FECh en Derecho, además de
la integración en su respectiva generación.
- Inclusión de compañeros y compañeras
en la posibilidad del Premio Montenegro.
5) Problemas de los compañeros de
Traslado de otras Universidades: Similares situaciones viven con los
compañeros de Bachillerato, hoy ambos son estudiantes de segunda clase dentro
de la Escuela. Trabajaremos por erradicar tal connotación, y como CED prestaremos
especial atención y apoyo a las problemáticas que afecten a estos compañeros en
lo académico, en especial la toma de ramos y la irregularidad en la
convalidación de ramos, muchas veces absolutamente irracional. Deben
esclarecerse parámetros más allá de las generalidades y corregirlos en aquello
que carezca de fundamento plausible. Ofreceremos, además, orientación,
proveyendo de manera oficial a través de los canales de comunicación del CED
toda la informativa para la correcta integración de los compañeros y
compañeras de traslado a la dinámica de la Escuela.
6) Proyecto “Semana Anti-suicidio”:
Proponemos abrir espacios de discusión para que evaluemos nuestra carga
académica, siguiendo la iniciativa que se ha dado en la Facultad de Ciencias
Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, en donde los estudiantes
disponen de una semana previa al período de pruebas en la cual no tienen clases
ni evaluaciones con el objetivo de resguardar la sanidad mental y el bienestar
en general de los compañeros y compañeras ante el posible estrés que conlleva
dicho período. Esto va de la mano con el conocido estrés y los problemas
psicológicos que ha traído aparejada los últimos años nuestra carrera, de forma
de hacer hincapié en el resguardo, la responsabilidad y el autocuidado de la
comunidad estudiantil.
7) Entrega de certificados online: Una
universidad que moderniza su gestión debe otorgar en el corto plazo algo tan
básico como los certificados online (un año), acorde a lo planteado por el PDI
y velando por su instauración.
8) Aumento de Becas de Alimentación: No
todos quienes estudiamos en nuestra Escuela tenemos las condiciones económicas
para sostener sin dificultades nuestro estadía en ella, más aún con una
Educación al servicio del Mercado y no de la sociedad, con su correspondiente
entendimiento como un bien transable al mismo. Proponer y defender propuestas
tan sencillas pero tan olvidadas por CED anteriores, como el aumento de becas
de alimentación para estudiantes, será una tarea primordial, enfocada justamente
en ayudar a aliviar los gastos que conlleva la educación superior.
9) Institucionalización de la Campaña
de Recolección de Apuntes y Separatas: Como ya es sabido, a comienzo de cada
semestre se realiza esta campaña que tiene fin el poder reutilizar el material
que ocupamos en nuestra Escuela, fomentando la idea de comunidad dentro de ella
donde el estudiantado se hace partícipe con la cooperación como elemento
fundamental. La idea es poder institucionalizar esta propuesta para que ya no
dependa sólo de la voluntad del colectivo político que la ejecuta, sino que se
habilite un espacio en la Facultad -o transformar la “cueva” del CED, si es
necesario- para que permanentemente se pueda donar y retirar apuntes y
separatas.
IV.2. Área Académica.
Creemos que llegó el momento de abordar
diferentes temáticas, propias del ámbito académico, que no han sido
efectivamente tomadas en cuenta por los órganos de representación estudiantil
de nuestra Escuela. En conjunto con las políticas y demandas por una
universidad compleja y la democratización, debemos partir por cuestiones
elementales: criticar y proponer mecanismos de cambios para las
particularidades de la misma y que hoy nos afectan. De cuestiones tan básicas y
simples como el exigir el cumplimiento reglamentario por parte de los
docentes, mismos reglamentos que nos exigen cumplir al pie de la letra,
pasando por temáticas como el excesivo tiempo que requiere titularse en
nuestra carrera (y todas sus implicancias particulares del Grado, la
Práctica Profesional y la Memoria), las Reformas a los Sistemas de
Evaluación y la Malla Curricular, los Métodos de Enseñanza, etcétera, deben ser
prioridad hoy del Centro de Estudiantes, zanjando posiciones e impulsando
aquellas para su cumplimiento. Debemos, de una vez por todas, traspasar todo
aquello que hemos pensando individualmente o comentado en grupo, a una posición
como estamento estudiantil que nos permita generar los cambios que como
estudiantes demandamos.
Propuestas
1) Cumplimiento de reglamentos y
creación de mecanismos para su efectividad. Al respecto:
a) Entrega oportuna
de notas: cumplimiento efectivo del art. 40 del Reglamento de los estudios
conducentes al grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales mediante su
problematización en el Consejo de Facultad y la necesidad de su efectivo
cumplimiento. Dicho reglamento no puede ser sólo una exigencia para
estudiantes, sino también para todos quienes se vean involucrados, como
corresponde.
b) Máximo de evaluaciones
obligatorias: Cumplimiento al art. 37 del Reglamento de los Estudios
Conducentes al Grado de Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, el cual
señala que en cada curso, seminario o taller debe realizarse un mínimo de dos y
un máximo obligatorio de tres evaluaciones semestrales (donde caben controles,
seminarios, trabajos, etcétera), como también al art. 38 del mismo Reglamento,
el cual señala que el tipo de evaluación, su oportunidad y la ponderación de
las notas de cada control deben ser propuestos al departamento por el profesor
responsable del curso, comunicándose además a los estudiantes en la oportunidad
referida por el art. 27 del mismo cuerpo, i.e. al momento de la inscripción.
c) Re-corrección
de pruebas: cumplimiento del art. 4 del Reglamento de Estudiantes de la
Universidad de Chile, ratificado en el Oficio N° 67 de Dirección de Escuela
sobre Segunda Corrección de Controles y Pruebas, instaurando un método
transparente y obligatorio en cada departamento, como reconoce el oficio del
año 2011.
2) Apoyo a Estudiantes de Ciclos
intermedios: los estudiantes del ciclo intermedio suelen verse enfrentados a
problemáticas como falta de cupos para cursar los ramos por segunda vez;
existencia de sólo un docente por cátedra, lo que anula la posibilidad de
elegir el enfoque la misma y las características del docente; malos horarios y
topes con otros cursos obligatorios; topes de pruebas; imposibilidad de seguir
un ciclo con un mismo docente con todos los perjuicios que ello conlleva; entre
otros. El hecho de reprobar un ramo no puede convertirse en un castigo para los
estudiantes, por esto el compromiso es trabajar arduamente en conjunto con
Dirección de Escuela y los Directores de Departamentos para evitar que tales
situaciones vuelvan a ocurrir.
** Propuesta: Gestión con secretaría
anterior a la toma de ramos para evitar topes de horario de ramos obligatorios
que se cursen por segunda o tercera vez.
3) Mecanismo de Quejas respecto al
personal administrativo y académico, canalizadas a través del CED junto a la
Comisión Académica: muchas veces enfrentamos malos tratos de parte del
personal administrativo o académico sin tener una instancia para reclamar ante
tales hechos. En vista de lo anterior, proponemos generar un medio para
canalizar tales reclamos a través de la Comisión Académica en conjunto con el
Centro de Estudiantes, para así poder efectivamente representar a nuestros
compañeros y compañeras en conjunto con los delegados de cada generación.
Elaboraremos un formulario tipo además un correo electrónico determinando en el
cual podamos recibir todo tipo de inquietud o problema, además del contacto con
el estudiante en cuestión para asegurar que se canalizará su problema,
escuchándolo e impulsando en conjunto las conclusiones necesarias. Cabe
destacar que este punto no fue contemplado en el PDI original, pese a que el
proyecto institucional del 2011 lo consideraba.
4) Encuentro “Construyamos Derecho”:
Hoy, nos encontramos en una situación de necesaria reforma de variados temas al
interior de nuestra Escuela que no pueden seguir esperando. Hemos vivido en el
día a día una serie de problemáticas que nos afectan en diversos planos, para
lo cual como estudiantes tenemos que impulsar desde ya los cambios necesarios.
Hemos avanzado este 2014 en la discusión, pero aún falta mucho. No queremos
pasar por encima de ningún compañero y compañera, y no sólo porque ningún CED
debe hacerlo, sino porque entendemos que lo que para uno es simplemente forma,
para nosotros es una matriz política: para generar reales cambios se requiere
un trabajo horizontal y un sujeto colectivo empoderado que pueda efectivamente
transformar sus espacios. Para esto proponemos generar
un encuentro de tres días o una semana, temático, en que se discutan temas de
carácter interno que se han olvidado en el día a día pero que requieren de
discusión, propuestas y tomas de posturas, buscando también ratificar los
avances en la discusión. Las conclusiones de dichos procesos se darán a conocer
de forma pública, y se votarán en plebiscito de forma de darles la validez para
pelear e impulsar cambios por parte de los delegados de nuestra Escuela. Se
proponen, como temas a abordar:
a) Transparencia
y posibilidad de reformulación al sistema de ranking: En lo
inmediato, el CED verá porque se publiquen los puntajes de corte de cada curso,
de forma de dar transparencia y marcos guías al proceso. En segundo
lugar, iniciaremos un debate amplio entre académicos y estudiantes de nuestro.
Segundo, en base a los diversos métodos de asignación que existen en otras
Escuelas ya trabajados, generar consensos y propuestas para la mejora o
reformulación del mismo.
b) Regularización, reconocimiento y apoyo académico a la
labor del ayudante: En términos de concurso público, carga académica
y retribución económica. En concreto, convalidar
con créditos u otro sistema (en otras facultades es trabajo remunerado) pues es
una actividad demandante que requiere de mayor reconocimiento y a la vez de más
apoyo. Generar, también apoyo institucional a través de cursos de formación.
c) Grado: repensar si efectivamente existe concordancia en el
método de enseñanza impartido en nuestra Escuela con su evaluación final en
tanto si un examen oral es el método apropiado para evaluar la enseñanza
impartida en la Escuela, el aseguramiento de transparencia, las consecuencias a
nivel de bienestar en el estudiantado y cómo éste se ve mediado fuertemente por
el mercado a través de los cursos de interrogación que hasta incluso ofrece la
facultad.
d) Práctica
Profesional: Incentivar un estudio sobre el tema y un proceso de
acompañamiento institucional, la facultad no puede desentenderse de ésta.
e) Reforma
al sistema de evaluaciones: cuestionamiento acerca de la abundancia de las
mismas y su finalidad, considerando la reforma del Consejo de Escuela del 12 de
octubre que plantea bajar a una el mínimo y dos el máximo. Su vinculación
también con los seminarios y cómo puede complementarse la utilidad de estos con
una adecuada carga académica, además de la priorización que se da, por los
mismos, de ciertas ramas o cursos sobre otras.
f) Reflexión en torno al sistema de enseñanza: particularmente,
y con lo que se ha referido con anterioridad, acerca de la vinculación práctico-teórico
de nuestra carrera y cómo el método de enseñanza del profesor en particular
puede incidir en el proceso de aprendizaje.
g) Reformas
a la malla curricular: Hoy es más que necesario generar dicha instancia
para discutir la pertinencia de malla, tanto en la función primordial de los
electivos y si cumplen su objetivo de especialización (como lo señala el
informe de la Comisión Perazzo del 2002) tanto como por el perfil de abogado
que queremos generar. Además, trabajar puntualmente sobre la problemática de la
existencia de una gran cantidad de cursos electivos en determinados
departamentos, mientras que otros no ofrecen ninguna alternativa. Sin duda,
esta situación debe ser evaluada por los estudiantes para que seamos partícipes
a la hora de definir qué áreas del conocimiento jurídico queremos desarrollar a
mayor cabalidad. Además, en el último tiempo se ha hecho patente la necesidad
de contar con cursos de formación profesional, para que elementos como el
desarrollo de la oratoria no se reduzcan a los momentos de evaluaciones orales.
Junto con esto, la necesidad de generar mallas tipos de especialización, de
forma de que efectivamente los cursos electivos cumplan la finalidad para los
cuales fueron creados.
- Creación de nuevos cursos:
Podemos, como estudiantes, solicitar la creación de cursos con la recolección
de firmas que acrediten el interés de una respectiva propuesta, el profesor y
programa tentativo. La idea es generar una instancia abierta en que se puedan
crear cursos, ya sea como cursos libres de índole artística como se hacen en
JGM, o de corte estrictamente académico según los diversos intereses que se
manifiesten en el espacio, impulsando dichas iniciativas en conjunto.
Todo lo anterior de la mano con la necesaria discusión del perfil del
egresado de nuestra Facultad.
5) Publicidad de la Encuesta Docente: Velar por la publicidad de sus resultados de manera que sean un real
elemento para las futuras tomas de ramos, además de clarificar su efectiva
incidencia en la continuidad de los docentes en nuestra Escuela a través de su
aporte al proceso de calificación académica.
6) Creación de un taller sobre métodos
y formas de estudio: sabiendo que en gran parte el problema
es institucional, generar un taller destinado a fortalecer los métodos de
estudios y formas de aprendizaje de forma de nivel diferencias que provienen
del mundo secundario, materializando, como una de posibles múltiples
propuestas, la línea de acción vaga del Objetivo Estratégico N°5 del PDI que
señala que “la Facultad debe implementar políticas de apoyo académico a los
estudiantes de pregrado”.
7)
Generar una propuesta de modificación
de malla curricular a nivel de electivos: que se cumpla el objetivo de
especialización a nivel de mallas tipo de la reforma del año 2002 a la Malla
Curricular y se disminuya la cantidad de los mismos necesaria para egresar.
IV.3. Medioambiente
Durante los últimos años, diversos
movimientos sociales han manifestado sus demandas en los medios y en la calle.
Nuestra Escuela no ha sido la excepción, con manifestaciones de los movimientos
por la recuperación de las aguas, No Alto Maipo, movimientos animalistas, etc.
Es necesario replicar y continuar estas expresiones, tanto estudiantes como
profesores, en forma de política institucional, bienestar, extensión, y en
definitiva, lograr un cambio de conciencia. Considerando esta situación,
nuestras propuestas son las siguientes:
Propuestas.
1) Gestión y Liderazgo Institucional: presentación de un proyecto al Consejo de Facultad
para que la Universidad no sólo investigue sobre el conflicto medioambiental
sino que genere una política institucional fortaleciendo al Centro de Medio
Ambiente (hoy sobrepasado por sus temas) para que elabore un plan país sobre la
temática, generando liderazgo en la misma. Ésta sección podría trabajar de mano
con la Clínica de Derecho Medioambiental y Resolución de Conflictos de forma de
coordinar causas y trabajo.
2) Creación del Curso Derecho Internacional del
Medioambiente como optativo del Departamento de Derecho Internacional: El
curso fue rechazado este año debido a que “topaba con contenidos de Derecho de
Medioambiente”. Esto puede ser replanteado de forma de lograr la aprobación por
el Consejo de Escuela, centrándolo en el derecho a vivir en un medioambiente
libre de contaminación como derecho fundamental, ayudando a la especialización
el área.
3) Facultad
Sustentable: El año 1990 nuestra Universidad
suscribe a la Declaración de Talloires (de la Asociación de líderes de
Universidades para un Futuro Sostenible) por la cual se compromete a
realizar una serie de acciones concretas, parte de una política de
sustentabilidad, para enfrentar el desafío medioambiental propio de nuestra
época. Es necesario que nuestra facultad se actualice frente a estos temas, lo
que incluye la actualización en las materias y parámetros que establece.
IV.4.
Democratización.
Debemos retomar la idea de construcción
de tejido social en cada uno de nuestros espacios, siendo para ello vital
la construcción de diversos sujetos colectivos que nutran dicho tejido.
Entendemos como sujeto colectivo a la población empoderada, democrática y
auto-suficiente. Entendemos como construcción de tejido social al entramado
de sujetos colectivos que, aunando fuerzas y en mutua cooperación, levantan una
lucha mancomunada desde los valores y objetivos que los unen. Por eso, a
nivel de la necesaria democratización, vemos fundamental la necesidad de avanzar
en dos ámbitos dentro de nuestra Escuela:
Primero, la Creación de una Comunidad estudiantil: Debemos pasar de la
acción individual a la acción colectiva. Entendernos como partes de una
comunidad estudiantil empoderada, no como meros actores. Acá ya no hablamos de
la mera transformación de consciencias, sino que nos referimos a cómo, una vez
ahondándose en ésta, somos capaces de articularnos. Para ello es vital
fortalecer las instancias de deliberación colectiva como las asambleas de
generación, fomentar la realización de grupos de trabajos temáticos en la
Escuela, transversalizar la función del representante como también otorgarle un
carácter ejecutivo más que deliberativo a la Mesa CED (sólo cuestiones
administrativas y de representación).
Segundo, la necesidad de Disputar la Triestamentalidad y el
Co-gobierno: Así, fortalecido el lazo propio del estudiantado, ello
tiene que derivar en una mancomunión necesaria con el resto de los estamentos:
la Universidad de constituye con estudiantes, auxiliares, personal
administrativo y co-docentes, y profesores. Es de vital importancia disputar
hoy la triestamentalidad y el co-gobierno universitario, cuestión existente
tras la reforma de los años ’60 en nuestro país a través del Claustro Pleno,
cercenada por la dictadura y que no ha sido recuperada a 40 años del Golpe
Militar.
Propuestas
1) Claustros Triestamentales: Con el fin de que las propuestas a discutir en el Consejo de Facultad y
en el Consejo de Escuela sean elaboradas en conjunto por los tres estamentos,
impulsaremos la realización de uno o dos Claustros Triestamentales por semestre,
buscando que de él emanen proyectos concretos y viables. Tanto en el Consejo de
Escuela como en el Consejo de Facultad buscarán impulsarse que las propuestas
del Claustro Triestamental sean vinculantes para las autoridades
administrativas, puesto que el Consejo carece de una efectiva representación de
la comunidad universitaria en su conjunto.
2) Fortalecer organización de los
estudiantes de posgrado: en vinculación con el proceso que se
vive en Filosofía de organización efectiva del posgrado y su inclusión en el
Pleno de Federación, debemos instar para constituir a nuestros compañeros y
compañeras de este ciclo de enseñanza en la vida activa de nuestra facultad,
más aún en el entendido de los problemas que les competen directamente y que,
también para nosotros, podrían acentuarse desde la propuesta de implementación
de la Innovación Curricular por Competencias (acortar pregrado para fortalecer
la enseñanza especializada de posgrado).
3) Triestamentalidad efectiva:
la idea es que este punto se discuta, se trabaje, proponga y vote a través del
encuentro estudiantil “Construyamos Derecho”, de forma de impulsar bajo la
legitimidad de la aprobación del cuerpo estudiantil, y en conjunto con el
diálogo y propuesta del cuerpo funcionario, una propuesta de triestamentalidad
efectiva en nuestra Escuela, tanto en el Consejo de Facultad como en los
órganos en los que el PDI innova, como la Dirección de Extensión (triestamental)
o el Consejo de Investigación (biestamental). El Senado Universitario ya ha
avanzado al respecto y corresponde como
IV.5. Disputa
del conocimiento y extensión.
El conocimiento que se genera en la
Universidad debe ser utilizable como herramienta de transformación para la
sociedad en su conjunto. Esto implica, a su vez, asumir nuestras
competencias y habilidades y volcarlas al empleo de lo que hoy a nivel popular
se requiere. Así, debemos cuestionar si ésta se entiende desde un perfil
meramente profesionalizante o está a la altura de lo que una sociedad requiere
realmente para la justicia social, es decir, si en definitiva responde al
mercado y sus transacciones. Todo esto tiene que ver también con tres aspectos
básicos y vinculados uno con el otro.
El conocimiento que produce nuestra
Escuela debe ser socializado y trabajado directamente con la sociedad,
generando un proceso teórico-práctico desde la comunidad estudiantil y docente
con su entorno. Hablamos, así, de la socialización del conocimiento. Hoy,
ésta si no es inexistente ha sido reducida, en sus pequeños ámbitos, a un rol
de mero debate técnico que se expresa a través de foros o temáticas similares,
inexistente de real vinculación con el campo popular. Otras veces se cae en
actividades de carácter asistencialista carente de un verdadero proyecto
social, tomando la Universidad en general un rol paternalista frente a la
sociedad o grupos o territorios particulares, cuando la función de la extensión
es bidireccional, es decir, requiere de la retroalimentación de ambos espacios:
la Universidad genera conocimiento para la sociedad, vinculándose con ella,
y a la vez se alimenta de las necesidades, el interés y la experiencia del
mismo pueblo: un ejercicio de aporte y apoyo bidireccional. La comisión extensión
del CED 2013 hizo indudables aportes y avances en la temática. Ahora
corresponde profundizar, institucionalizar y propiciar el trabajo de extensión
a nivel interno y nacional.
Propuestas
1. Desarrollar una propuesta de disputa
del conocimiento que contemple:
a) Investigación:
producir conocimiento vinculándose como institución con el campo popular.
Nuestras disciplinas deben orientarse hacia problemáticas que hagan proclive
generar propuestas y soluciones a favor de las necesidades de la comunidad,
produciendo transformaciones tendientes a un efectivo cambio social.
b) Conocimiento
crítico: Vinculado a lo anterior pero desde un perfil más vinculado a la
academia, nuestra facultad debe generar los espacios para cuestionar la enseñanza
misma del Derecho tanto como el Derecho en sí, haciendo gala de su condición de
Universidad Pública. Debemos replantear las formas y el contenido de la
enseñanza, tanto en la relación de sub-ordinación profesor-alumno y su
reemplazo por lógicas de participación y cooperativas, como la posibilidad que
da la misma carrera de cuestionar el Derecho a través de sus cursos, contenidos
y clases, tanto como institución como en lo más concreto en cuanto al aspecto
normativo en específico.
c) Conocimiento
libre: que la producción de conocimiento no se encierre en las paredes de
la Universidad ni se entienda sólo desde la extensión, sino que debe ponerse
al servicio de la comunidad en sus múltiples facetas. Como consecuencia de
lo anterior y en el entendido de la construcción de una verdadera universidad
compleja (es decir, en oposición a las “docentes” de mera enseñanza, sino de
aquellas que producen extensión, investigación, etc) para el campo popular, re-entender
las instituciones de educación y la educación en sí como un mecanismo de
“promoción social”, pues dicha idea mantiene el statu quo de la división de
clase, entendiendo desde un errado concepto de meritocracia que la educación
debe ser una elemento que condicione tus ingresos económicos y con ello tu vida.
Así, al dejar de entender la educación como una herramienta mediada por el
capital, ésta pasa a entenderse desde un verdadero ámbito científico-humanista,
buscando el desarrollo integral del ser humano desde su individualidad y
conjunto.
2. Primer Encuentro Nacional “Derecho
como herramienta al Servicio del Cambio Social”, para generar una universidad
pública orientada al cambio social es de vital importancia disputar la
concepción de nuestras competencias y su vinculación con el campo popular y
mercado en cuanto al real aporte del estudio del derecho y su ejercicio. Por
lo anterior creemos necesario extender la discusión a las distintas facultades
del país para generar un trabajo mancomunado que vaya orientado al cambio
social y se plasme en la presentación de distintas posturas, la realización de
jornadas de discusión, generar posturas producto de las mismas. Esperamos a su
vez que las mismas se perpetúen en el tiempo con resultados en una gran escala
independiente del gran esfuerzo que la consecución de este proyecto conlleve.
3. Cátedras de Universidad Popular:
organizar un proyecto en conjunto a profesores y estudiantes para la
realización de cátedras abiertas, libres y populares sobre temáticas de interés
particular para que se realicen en diferentes espacios de desenvolvimiento
social, con un cronograma abierto y de amplia difusión con apoyo institucional.
La idea no es sólo replicar el conocimiento, sino buscar en ellas y sus diversos
ámbitos un rol crítico en ámbitos de teoría y de extensión en temáticas de
utilidad pública, de carácter bidireccional, entregando herramientas a
pobladores y trabajadores con reconocimiento institucional y oficial para
quienes lo realicen.
4. Valoración del trabajo de extensión:
Promover mediante la Dirección de Extensión (PDI) el reconocimiento de las
labores de extensión social y académica de los estudiantes a nivel curricular,
convalidando la participación de actividades como los Congresos Estudiantiles
(Teoría Constitucional, Derechos Humanos, Derecho y Economía, Derecho Civil,
entre otros), Escuela Sindical y Revista Derecho y Humanidades por créditos
(como CFG) para el avance curricular. Esto como muestra de apoyo irrestricto de
nuestra facultad a instancias que hoy son realizadas casi de forma exclusiva
por la voluntad de estudiantes comprometidos.
5. Dirección de Extensión:
Velaremos por la instauración de la Dirección de Extensión que señala el
proyecto de PDI para Derecho, estableciendo que funcione como un órgano
colegiado en cuya orgánica se encuentren los tres estamentos de nuestra
Escuela, cuestión ambigua para el PDI final y que no reconoce directamente
aquello.
IV.6.
Acceso.
El acceso a la Educación superior
es clave como un continuador de la educación, y lo es también con las escuelas
primarias y secundarias. Entendiendo lo anterior la demanda por educación
gratuita y acceso irrestricto es lo primordial. Por ello, es importante que
desde nuestra Facultad se propicie el debate, ideas y mecanismos que busquen el
ingreso equitativo de sus estudiantes, que no tenga el sesgo actual de la PSU,
la comunidad se debe hacer parte en el debate sobre el ranking, se debe
instalar la discusión sobre el propedéutico y el rol del bachillerato en
nuestra universidad.
Entendemos el acceso a la universidad
como un continuador de la educación junto con las escuelas primarias y
secundarias, por lo tanto la matrícula debe reflejar coherentemente la
composición socio-económica del país.
Además, debe revisarse, en aras de la
composición heterogénea de nuestra matrícula,
qué puertas abre nuestra Escuela. Los ingresos especiales, acá, no superan los
26: al 2013, 3 vacantes para cupos extranjeros, 4 para deportistas destacados,
2 para no videntes, 2 para estudiantes con títulos profesionales, 5 para
estudiantes con Beca de Excelencia Académica y 10 con SIPEE.
Propuestas
1. Aumento de Cupos de
Equidad: Hoy, la Facultad de Derecho de la Universidad de
Chile es la facultad de la misma con menos cupos de equidad (Sistema de Ingreso
Prioritario de Equidad Educativa, SIPEE), correspondiendo estos sólo a un 3,83%
del total de la matrícula, muy lejos de Medicina (8,11%), Administración
Pública (11,11%), Antropología (29,47%) y Psicología (42,71%), como también del
promedio general a nivel Universitario (11,84%) . Estos son mecanismos que
buscan fortalecer el ingreso de compañeros y compañeras provenientes de colegios
públicos, deuda pendiente de una Universidad cada día más afectada por la
profundización del modelo político-económico. Disputaremos una política
transformadora en el consejo de facultad donde, si bien asumimos este tema como
un paleativo en miras de una reforma total del sistema de acceso, se desarrolle
un compromiso por parte de nuestra Escuela de Pregrado de aumentar
considerablemente los cupos de equidad en miras al proceso de admisión 2015,
ampliando la matrícula desde colegios públicos.
2. Aumento Cupos no
videntes, deportivos y mejora de condiciones: En los últimos años
los ingresos para compañeros o compañeras no videntes han sido bajísimos: 2 el
2012, 1 el 2013 y ninguno el 2014. De la mano con entregar las condiciones
ideales y entregar apoyo académico a estudiantes no videntes (muchas veces las
complejidades del estudio conllevan una barrera económica que imposibilita el
acceso), creemos que un paso mínimo es aumentar los cupos para estudiantes
no-videntes a 5, y deportivos a 10, en miras a una proyección de aumento acorde
a las capacidades de gestión e infraestructura de nuestra Escuela.
3. En el mediano
plazo: Elaborar en conjunto con profesores y estudiantes una propuesta de
acceso que contenga:
a) Erradicar la
competencia como lógica imperante en los planes de difusión de la carrera.
No podemos gastar todos nuestros esfuerzos en ir a buscar alumnos a colegios de
altos ingresos (por regla general de buenos resultados PSU). En este sentido se
deben fomentar otras campañas de difusión, que atiendan a la equidad del acceso
y a diversificar la matrícula existente. Coordinar con la DAE que se difunda
proporcional y equitativa en establecimientos educacionales municipales,
subvencionados y privados, y que el material entregado no fomente la competencia
sino que fomente el libre acceso a la universidad.
b) Integrar al
proceso de selección criterios de acceso de distintos factores (participación
en programas de trabajo social, deportivos o liderazgo juvenil, prueba de
competencias, etcétera.) propiciando el aumento de cupos.
c) Generar, para todos los cupos que se generen en políticas de acceso destinados a la equidad en el ingreso, programas de apoyo especializados, de forma de que no sólo se busque su ingreso a la Universidad Pública sino también su mantención, con ayuda económica y académica.
c) Generar, para todos los cupos que se generen en políticas de acceso destinados a la equidad en el ingreso, programas de apoyo especializados, de forma de que no sólo se busque su ingreso a la Universidad Pública sino también su mantención, con ayuda económica y académica.
IV.7. Multisectorialidad y Subcontrato.
El trabajo del CED no debe encerrarse
en la problemática estudiantil actual, debe buscar constantemente
consolidar un trabajo con los distintos actores sociales, dentro de los
cuales uno de los más importantes son los trabajadores. El movimiento
estudiantil debe ir de la mano con el movimiento obrero y sindical, ya que
es una forma de avance en unidad, y la unidad que es por lo que siempre
hemos apostado.
El conflicto estudiantil no implica
sólo a los estudiantes, es de todos y todas. La privatización de todo lo que
antes fue un derecho no es solo una lucha del movimiento estudiantil. Por lo
anterior es que apostaremos a potenciar los espacios en la facultad
que tienen relación con sindicatos, abriendo espacios y entregando las
herramientas que se requieran.
Adicional a lo anterior tiene el CED
como tarea pendiente la vinculación y la unidad con el sector productivo propio
y cotidiano de la facultad, sus funcionarios, sus trabajadores. De este
sector hay grupos privilegiados, por oposición al grupo más precarizado y al
cuál como CED apostaremos a hacer la vinculación más profunda: los
subcontratados.
Propuestas
1. Subcontrato y condiciones laborales:
Trabajo en conjunto con la comisión contra el sub-contrato, enfatizando como
objetivo primordial la eliminación del subcontrato en la Escuela y el paso a
planta de los y las trabajadoras subcontratadas. Propuesta efectiva desde los estudiantes (su
discusión), planteando como un eje fundamental del trabajo este punto.
2.
Trabajo en vinculación con el Movimiento de
Pobladores por la Vivienda: que el trabajo en torno al derecho a una vivienda
digna se materialice desde la facultad y el estudiantado a través del CED y no
sólo por medio de la voluntad y coordinación política de la orgánica que
compone este proyecto, aprovechando nuestras competencias para desarrollar un
trabajo fluido y directo con los pobladores y pobladoras.
IV.8
Género
y Diversidad Sexual.
Este eje va orientado a posicionar la problemática
respecto a género y LGBTIQ tanto dentro como fuera de la facultad, pues
creemos sin lugar a dudas que debemos hacernos cargo de ella, mediante la
problematización y discusión de esta temática como a través de la creación de
secretarías o comisiones de trabajo estables, que propicien la realización de
foros, seminarios, cursos electivos, etc. Queremos que no existan más
prácticas opresoras en relación a este tema por parte de nadie, ningún actor de
la facultad ni del país. Debemos, sin lugar a dudas, poner como un punto
central avanzar en dicho horizonte. Además consideramos que el ser
estudiante de derecho brinda una serie de herramientas para impulsar los
cambios sobre las problemáticas que como sociedad nos atañen a todos y todas.
Propuestas.
1. Apoyo frente al maltrato de género u
orientación sexual: las prácticas machistas, sexistas y
discrimintarias se dan no sólo entre estudiantes, sino desde el profesorado o
personal de colaboración. Debemos gestar todas las medidas mediante un apoyo
institucional -secreto, si es necesario- para evitar el acoso, la opresión o
las prácticas denigratorias. Antecedentes existen, y se requiere del apoyo
irrestricto del CED para enfrentar el tema.
2. Congreso Nacional “LGBTIQ y
Derecho”: en un trabajo académico y de extensión en vinculación con otros CEE de
Derecho, generar un gran congreso a nivel nacional que discuta sobre la
temática LGBTQ y su vinculación con el Derecho: AVP, Adopción Homoparental,
Matrimonio Igualitario, Ley Antidiscriminación, etcétera; análisis crítico y
elaboración de propuestas para incidir en el plano nacional. Además, establecer
propuestas prácticas de vinculación con la sociedad de forma de generar
instancias mancomunadas y perpetuas de extensión.
3. Semana de Género y LGBTIQ: No
basta con un foro, no basta con una intervención. Queremos realizar una semana
entera vinculada a la temática LGBTI en la cual se problematice desde lo
cotidiano con discusión, foros, debates, intervenciones culturales y
artísticas.
4. Gestión directa en los problemas de
futura y actual maternidad o paternidad: impulsar un trabajo directo con
Decanato para que se institucionalice una política de apoyo a futuras y
actuales madres, evitando trabas burocráticas, la posibilidad de adelantar
pruebas/exámenes, rezagos especiales y relacionados. La maternidad no puede ser
un impedimento para el desarrollo de las actividades académica, y la facultad
debe tomar ello como una premisa que se devele en todo plano.
IV.9.
Artes y cultura.
Un tema absolutamente dejado
de lado a nivel institucional e incluso por iniciativa del CED dice relación
con las Artes y la Cultura, vital para el desarrollo integral del estudiante, y
que sigue respondiendo a la elitización misma del acceso a las artes y la
expresión política por medio de la misma. El arte como
expresión transmite relatos políticos, el cual como estudiantes, del cual a
través de nuestra historia como cuerpo estudiantil nos hemos hecho parte. Por
otro lado, para muchos las diferentes facetas de la cultura representan desde
hobbies hasta desarrollo profesional, situaciones que no pueden ignorarse. Aquello no puede depender sólo de la voluntad de unos pocos, sino que
debe ser impulsado por los órganos de representación estudiantil y luchar porque
sean también un eje de nuestra Escuela.
Propuestas.
1) Creación de Cursos Libres de “Arte y
Manualidades”, “Ejecución Musical”: potenciando el carácter integral de
nuestra enseñanza y la posibilidad de aprender o potenciar nuestras habilidades
o pasatiempos.
2) Ciclo sobre historia
de las organizaciones artísticas de la dictadura en relación a la organización
estudiantil.
3) Semana de la cultura:
con foros, intervenciones, presentaciones y más.
IV. 10. Comunicaciones, Publicidad y Transparencia.
Queremos ser un Centro de Estudiantes
que no sólo supere las problemáticas de difusión de información aún presentes
en nuestra Escuela, sino que ponga a disposición de los estudiantes toda
posibilidad de trabajar en conjunto. Así, seremos un CED abierto e integrador,
que no trabaje de forma aislada del cuerpo institucional representativo de
nuestra Escuela ni menos de nuestros compañeros y compañeras, que comprenda que
su función es de articulación y representación, pero jamás de suplantar al
estamento estudiantil. Por lo mismo, y como entendemos que no basta sólo la
declaración de buenas intenciones, a lo largo de todo este proyecto se
encontrarán múltiples alternativas que buscan dar consistencia a lo expuesto,
complementadas con un punto fundamental: la necesaria probidad y
transparencia. Queremos generar el CED más abierto posible, en donde
directamente cada estudiante pueda saber qué se ha trabajado por éste y el
cuerpo de delegados, un CED que plantee abiertamente cómo se repartirán los
recursos del mismo, un CED que impulse instancias de fiscalización, un CED que
ponga a completa disposición del estudiantado toda la información del mismo
como también aquella que se requiera para ámbitos de bienestar, academia o
lucha estudiantil y social.
Propuestas
1. Mail del Consejo de Delegados
Público: Proponemos que el correo del Consejo de Delegados sea público, de forma
que cualquier compañero o compañera puede acceder a ellos. Así se asegura
información pública, además de la correspondiente probidad a la que debe
someterse todo delegado estudiantil.
2. Presupuesto
participativo: Proponemos que todo el presupuesto del Centro de
Estudiantes sea discutido por la comunidad estudiantil. Desde si el CED acepta
o no el dinero que proviene de la FECh, al cual muchas facultades grandes
renuncian para poder ayudar a las más pequeñas, precarizadas y sin
financiamiento en sus centros de estudiantes, hasta el cómo se distribuye éste,
pensando en fondos concursables, la posibilidad de generar fondos generacionales,
el financiamiento a comisiones del CED o el Consejo de Delegados como también a
qué actividades financiar mediante la priorización que se establezca por medio
de las mismas asambleas.
3. Página Web
Actualizada permanentemente, vinculación con Info Derecho e informativos
semanales: La
información sobre todo tema de relevancia debe ser distribuida a todo el
Consejo de Delegados para asegurar su transversalización, como también
difundirse de forma eficiente por los medios virtuales con los que el CED
cuenta. Actas de Consejos de Delegados, Plenos FECh o similares se difundirán
inmediatamente una vez terminadas dichas instancias además de los plazos
estatutarios, o apenas sean enviadas por los encargados correspondientes,
teniéndose presentes siempre de forma online por medio de la página del CED.
Además, existirá el compromiso de subir y enviar por mail un informativo
semanal que sintetice las informaciones más relevantes para los días venideros,
como también lo más elemental de los días pasados.
IV. 11. Egresados.
Los estudiantes egresados son generalmente
ignorados por las propuestas de los Centros de Estudiantes. Queremos hacer un
cambio radical al respecto: hoy, el CED también representa a los estudiantes
egresados, y mientras no exista una organización fuerte de aquellos corresponde
a éste su trabajo en coordinación y en pos de los mismos. El cuerpo estudiantil
egresado tiene sus propias complicaciones. El primer paso es político:
integrarlos e integrarlas a las discusiones estudiantiles y la vida académica
asumiendo las dificultades que conlleva, pero no por ello obviando la urgente
necesidad de ello. Y, por supuesto, trabajar en torno a dos áreas vitales que
son urgentes: la memoria y el grado hoy, además de la necesaria discusión ya
presentada sobre el largo camino para el egreso.
Propuestas
1. Impresiones para egresados: una vez egresados la facultad prácticamente
se desliga de aquellos estudiantes, los que siguen teniendo necesidades. Las
impresiones para las nuevas generaciones que egresan podrían aliviar en gran
parte la carga económica que conlleva el grado y la realización de la memoria.
2. Rendición del grado en diciembre: los hechos han demostrado
en años anteriores que es factible la realización del grado en dicho mes, por
ende el CED debe adelantarse a ello y plantearlo como una necesidad
institucional. Ello debe ser una realidad año a año, de forma de descomprimir
la rendición en meses anteriores o abarcar lo adecuado para que nadie tenga que
retrasar su rendición por falta de fechas, muchas veces realidad que aqueja
incluso a quienes presentan preferencias para dar dicha evaluación.
3. Celeridad en el certificado de egreso: presentar a Secretaría de Estudios los inconvenientes que presenta la
tardanza –muchas veces más de un mes- en que se entregan los certificados
(becas, acceso a la biblioteca, asignación familiar, etc), por ende debemos
adelantarnos a dicha realidad y gestionar en conjunto la prioridad de este
asunto.
4. Regulación de la revisión de la memoria: la desregulación de este tema ha llevado a que existan diferencias
importantes entre profesores que revisan con celeridad y otros que se demoran
meses. Ningún estudiante debe ver perjudicada su titulación por el arbitrio de
un docente, por ello propondremos al Consejo de Facultad la regulación de este
tema pues son muchas generaciones que tendrán que entregar la memoria mientras
no se apruebe de forma definitiva el cambio a una tesina.
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